El economista jefe estadounidense de la UBS, Jonathan Pingle, confirmó el pasado viernes el objetivo de rebaja de tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Según éste, la FED comenzaría su rebaja de tipos a partir del mes de marzo y aceleraría el ritmo de bajadas en la segunda mitad del año. Desde los niveles actuales, esto supondría una rebaja mucho más acentuada de lo que proyecta el consenso del mercado y lo que la propia Reserva Federal tiene planteado.
La información la proporcionó en una entrevista concedida para la cadena CNBC, y según Pingle el movimiento vendrá promovido por un decrecimiento mucho mayor de lo esperado. Aunque no se cree que la crisis llegue a ser aguda, lo cierto es que los pronósticos vigentes estarían desfasados. Éstos no terminan de actualizarse conforme a la velocidad a la que se suceden los cambios.
UBS considera que hasta la fecha la economía norteamericana ha aguantado bien gracias a las tasas de ahorro con las que contaban las familias estadounidenses. Dichas tasas de ahorro habían crecido hasta niveles récord a raíz de la pandemia, puesto que la imposibilidad de gastar dinero en viajes, hoteles, concierto o simples salidas a cenar hizo que el una proporción importante del salario terminase ahorrado.
A ello se suma además el efecto de las ayudas estatales y la moratoria de algunos pagos importantes. Es el ejemplo del préstamo de estudios. Se trata de un préstamo que, después de la adquisición de vivienda, supone el mayor gasto de una familia media estadounidense. La moratorio de esta deuda vence precisamente con el arranque de 2024, lo que agudizará la crisis en las economías domésticas.
Renta variable y renta fija acogerían con optimismo la bajada de tipos de interés
El fin de la política restrictiva supone un buen aliciente para que los activos experimenten un buen desempeño en sus respectivos mercados. Las políticas restrictivas de los bancos centrales tienen como objetivo deprimir el consumo, lo que a su vez provoca una contracción de la inflación y con ello se controla el incremento desmedido de precios. Pero bien es cierto que esas mismas políticas son muy perjudiciales para los activos cotizados. Veamos el por qué.
Activos de renta variable
Uno de los elementos que se tiene en cuenta a la hora de efectuar una valoración de una empresa es la tasa libre de riesgo. La tasa libre de riesgo suele medirse con el Bono a 10 años del país. Si los tipos de interés suben, los bonos también se incrementan y ello influye en la fórmula de valoración.
Así, una acción de Apple que pudiere estar bien de precio con un bono al 2% igual pasa a estar “cara” si el mismo bono sube al 4,5%. Es por eso que cuando se inició el proceso de subidas de tipos de interés las gestoras de activos vendieron a plomo sus acciones. Las más penalizadas resultaron ser, obviamente, las tecnológicas, dado que que cotizan a múltiplos más altos. Las grandes ganadoras en cambio serían las acciones tipo value, con múltiplos estrechos.
Activos de renta fija
En el caso de la renta fija, se da la paradoja de que cuando los tipos de interés aumentan el precio de los bonos disminuye y a la inversa. Es fácil de comprender: si un bono de EEUU a 5 años que yo compro hoy paga el 1,5%, y en seis meses ese mismo bono paga el 3%, lo lógico es que mi bono pierda valor en el mercado secundario. La gente preferirá comprar un bono en primario en lugar de buscar el que yo le ofrezco.
Lo contrario ocurre cuando los tipos de interés bajan. Siguiendo el mismo ejemplo, yo tomo un bono de EEUU a 5 años al 1,5% y resulta que en seis meses bajan los tipos de interés y eso mismo bono paga ahora el 0,75%. Los inversores preferirán pagarme un poco más por quedarse con el mío, cuyo cupón es superior, lo que hará que el precio de mi bono en el mercado secundario aumente.
¿Qué hará entonces el BCE?
Lo cierto es que el BCE no ha llegado a incrementar los tipos con la misma intensidad con la que lo han hecho otros bancos centrales como la FED o el BoE. Esto hace por tanto que las bajadas no tengan la misma premura, ya que el recorrido a seguir es menor.
Según podemos ver en la siguiente gráfica, a finales de julio de 2023 la FED realizó el último incremento hasta llegar al 5,50 %. Días más tarde, ya entrados en agosto, el BoE hizo lo propio hasta el 5,25%. Hasta septiembre no veríamos al BCE incrementar su tasa hasta el 4,50% actual:
Según afirmaron recientemente fuentes del propio Banco central Europeo, se espera que para mediados de 2024 se produzca una primera bajada de tipos de interés. Ésta, cifrada en 25 puntos básicos (un 0,25%) presumiblemente llegaría en julio, No obstante, es posible que las primeras actuaciones lleguen a producirse antes de tiempo. Todo dependerá de si las circunstancias económicas así lo requieren.