Sesión positiva la de la jornada de ayer para el Dow Jones, lo cual, tras los primeros compases de negociación del año, nos deja entrever hoy cómo podrían resultar los ritmos en el 2024. En el escueto cómputo YTD el selectivo industrial por excelencia crece un +0,31%, algo que en cierto modo extrapola el taimado comportamiento de un índice que suele verse siempre a la sombra del S&P 500, que en el mismo tiempo sube un +0,44%.
A continuación vamos a repasar dos de los principales catalizadores de rentabilidad que van a aplicar sobre el Dow Jones (y el resto de índices) en el corto plazo. Se trata de la temporada de resultados que se inaugura justo ahora y la evolución del precio de los bonos.
La temporada de resultados puede ser aliada de los mercados
Los mercados pretenden arrancar el año con buena sintonía y para ello contarán con la ayuda de las publicaciones trimestrales de resultados. Los primeros datos comienzan a conocerse y el próximo viernes tendremos el primer plato fuerte: la gran banca americana. Se da la circunstancia además de que este sector tiene una fuerte presencia en el Dow Jones y es probable que prepare una sorpresa en favor de la cotización del índice. Los más reseñables en este sentido:
- JP Morgan: Ha batido previsiones en las cuatro últimas presentaciones. Para el viernes se espera conocer un EPS en los 3,49 $ y unos ingresos por valor de 39.710 millones de dólares.
- Citigroup: Este banco también fue capaz de batir las últimas tres previsiones, y se espera que el próximo día anuncie un EPS de 0,0867 $ con unos ingresos estimados de 18.880 millones de dólares.
- Wells Fargo: Este banco también ha sorprendido en las ultimas entregas de resultados. El pronóstico maneja un EPS de 0,9651 $ con unos ingresos que rondarán los 20.360 millones de dólares.
- Bank of America: En el caso del BofA, también hemos podido comprobar cómo se batían las expectativas a lo largo del último año. Se espera que el próximo día arroje un EPS de 0,6044 y unos ingresos de 23.910 millones de dólares.
No cabe duda de que los tipos altos han supuesto un buen negocio para el sector bancario. El margen de intereses ha aumentado considerablemente y ello ha favorecido una mejora general de las previsiones.
La relajación de los bonos también alienta el crecimiento
Uno de los factores de corrección más recientes que hemos podido conocer es el que tiene que ver con la cotización de la renta fija. Las subidas bruscas de TIR (dato que mide la rentabilidad de los bonos) provocan importantes caídas en las bolsas. En sentido contrario, cuando la TIR desciende soplan vientos de cola para los activos de renta variable, inclusive las criptomonedas.
En los últimos meses de 2023 vimos una bajada pronunciada de la rentabilidad del Bono a 10 años estadounidense, considerado comúnmente como el medidor principal del mercado de renta fija. Esto hizo que las bolsas crecieran como la espuma, sobre todo en noviembre y diciembre. Actualmente el activo ha fijado un rebote que parece estar esperando a conocer los datos de IPC e IPC Core del próximo jueves día 11:
La inflación tiene su importancia en tanto que marcará el ritmo de las bajadas de los tipos de interés. Si permanece anclada en un nivel alto, la decisión de comenzar a reducir se pospondrá y ello alentará un nuevo crecimiento de las TIR de los bonos. Por el contrario, si vemos que la inflación se sigue sometiendo entonces es seguro que los bonos continuarán relajándose. Ello, por descontado, premiará al Dow Jones del mismo modo que al resto de grandes índices americanos.
Cómo está el Dow Jones hoy en comparación al pasado año
La cotización del Dow Jones ha ido en la misma senda alcista que los otros grandes selectivos norteamericanos, el Nasdaq y el S&P 500. Aperturó un 9 de enero de 2023 en los 33.664 $, lo que en comparación con la apertura que vamos a ver hoy supone haber incrementado el precio casi un 12% en los últimos doce meses.
Es llamativo el hecho de que a pesar de contar con componentes como Microsoft o Apple, el Dow Jones no haya logrado crecer tanto como SPX y Nasdaq 100. No obstante, el motivo lo encontramos en la ponderación de los diferentes elementos de la cartera y la selección de elementos que lo conforman. Es más, de los Siete Magníficos, el DJI sólo cuenta con los dos citados, dejando fuera a NVIDA, Meta, Alphabet, Amazon y Tesla.
Así, mientras que Apple pesa un 11,29% en el Nasdaq y un 7,36% en el S&P 500, en el Dow Jones únicamente supone el 3,56%. El otro gran título tecnológico incorporado, Microsoft, pondera en el industrial un 6,21%, próximo al peso en el Standard & Poors (6,45%) pero alejado del peso del tecnológico Nasdaq (9,31%).